La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria intestinal que afecta al aparato digestivo. Provoca inflamación en el revestimiento del tubo digestivo, lo que provoca dolor abdominal, agotamiento y pérdida de peso. Los síntomas de la enfermedad de Crohn pueden variar en gravedad y pueden incluir: diarrea, fiebre, calambres, sangrado rectal, fatiga, pérdida de apetito y pérdida de peso involuntaria.

Actualmente se desconoce la causa de la enfermedad de Crohn, pero se cree que es una afección autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca a las células sanas del tubo digestivo. También se cree que puede estar causada por factores genéticos, ambientales o una combinación de ambos.

El diagnóstico de la enfermedad de Crohn se realiza tras un examen físico, análisis de sangre y una endoscopia. La endoscopia consiste en pasar un tubo fino y flexible con una luz en el extremo por la boca hasta el interior del tubo digestivo. Esto permite al médico ver el revestimiento del tubo digestivo y buscar signos de inflamación.

El tratamiento de la enfermedad de Crohn suele incluir medicamentos, como los corticosteroides, que reducen la inflamación. También pueden recetarse antiinflamatorios, antibióticos e inmunosupresores. En algunos casos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para extirpar partes enfermas del tubo digestivo o crear un bypass alrededor de una obstrucción. Los cambios en la dieta, como evitar ciertos alimentos que pueden irritar el tubo digestivo, también pueden ayudar a reducir los síntomas.