La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es un trastorno digestivo crónico que afecta al esfínter esofágico inferior (EEI), el músculo que conecta el estómago y el esófago. La ERGE se produce cuando el EEI se debilita, permitiendo que el ácido del estómago y otros contenidos fluyan de vuelta al esófago (reflujo). Los síntomas de la ERGE son ardor de estómago, dolor torácico, regurgitación y dificultad para tragar. Las causas más comunes de la ERGE son la obesidad, el tabaquismo, ciertos alimentos y determinados medicamentos. El diagnóstico de la ERGE suele basarse en los síntomas y en un examen del esófago. El tratamiento de la ERGE puede incluir cambios en el estilo de vida, medicación o, en casos más extremos, cirugía.

El cáncer gástrico, también conocido como cáncer de estómago, es un tipo de cáncer que se desarrolla en el revestimiento del estómago. Los síntomas del cáncer gástrico pueden incluir indigestión persistente, dolor abdominal, ardor de estómago, náuseas, vómitos, dificultad para tragar y pérdida de peso. El diagnóstico suele realizarse mediante una combinación de pruebas de imagen, como radiografías y tomografías computarizadas, y biopsias, que consisten en extraer una pequeña muestra de tejido del estómago para su análisis. El tratamiento del cáncer gástrico suele incluir cirugía, quimioterapia y radioterapia. La cirugía consiste en extirpar el tumor, mientras que la quimioterapia y la radioterapia se utilizan para destruir las células cancerosas restantes.

El cáncer de esófago es un tipo de cáncer que afecta al revestimiento del esófago. Los síntomas pueden incluir dificultad para tragar, pérdida de peso, dolor torácico y tos con sangre. El diagnóstico suele realizarse mediante una endoscopia y una biopsia. El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia. El diagnóstico y el tratamiento precoces pueden mejorar el pronóstico de los afectados por cáncer de esófago.

El sistema gástrico es responsable de la digestión y absorción de alimentos y nutrientes en el organismo. Este sistema puede verse afectado por diversos trastornos, de leves a graves. Entre los principales trastornos del sistema gástrico se encuentran la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), el síndrome del intestino irritable (SII), la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), la enfermedad de úlcera péptica (EPP) y la gastroparesia. La ERGE es una enfermedad provocada por el reflujo de ácido estomacal hacia el esófago, que causa ardor de estómago, dolor torácico y dificultad para tragar. El SII es un trastorno que provoca dolor abdominal y cambios en los hábitos intestinales. La EII es un trastorno inflamatorio que afecta al revestimiento del tubo digestivo y provoca dolor abdominal, diarrea, hemorragias y pérdida de peso. La UPD es una úlcera en el revestimiento del estómago o el intestino delgado que causa dolor abdominal y a veces hemorragias. La gastroparesia es una enfermedad en la que los músculos del estómago están debilitados, lo que hace que los alimentos permanezcan demasiado tiempo en el estómago y no se digieran correctamente. El tratamiento de estos trastornos incluye modificaciones del estilo de vida, medicación y, en algunos casos, cirugía.